Introducción
La ética y la moral han sido un tema
complicado siempre y además conceptos que suelen confundirse todo el tiempo. Es
por este motivo que Fernando Savater
decide escribir Ética para Amador con el fin de explicar a su hijo y a
los lectores de manera muy simple de que trata la ética, la moral y una serie
de conceptos e ideas de cómo se puede lograr vivir la vida de una manera plena.
El libro presenta nueve capítulos en los que va desvelando poco a poco en qué
consiste los tópicos ya mencionados anteriormente. Además Savater lo que
pretende es que el recepto reflexione y considere cada uno de los aspectos que
se van tratando capítulo a capítulo.
Capítulo I
De
qué va la Ética
Los
seres humanos tienen la capacidad de tomar de decisiones y buscar distintos
caminos u opciones para una determinada situación, es precisamente esta
capacidad la que los hace libres. La libertad se define según la RAE (Real
Academia Española) como “Facultad natural que tiene el
hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es
responsable de sus actos”. Los animales en cambio siguen sus instintos y son
guiados por estos para cumplir su rol, no tienen la habilidad de poder
discernir si finalmente el acto que van a cometer será realmente provechoso
para ellos, no son seres racionales.
A medida pasa el tiempo se van
adquiriendo nuevos conocimiento y experiencias que hacen que el sujeto
establezca lo correcto o bueno como todo aquello que le produzca placer o
agrado y por otro lado esta lo malo o desagradable que son las cosas que causan
molestia, daño, tristeza, etc. Sin embargo muchas veces estos conceptos se ven algo
confusos para el individuo, pues en ocasiones hacer lo bueno que podría
entenderse también como algo que favorece al sujeto/s no es lo más apropiado.
Por lo tanto es de suma importancia que el hombre conozco todo aquello que le
conviene, es decir, lo bueno y también lo malo para así poder tener una buena
vida en comunidad.
Análisis
La
racionalidad y la capacidad de escoger es ciertamente lo que nos hace únicos
como especie y como seres humanos, gracias a este “don” que poseemos es que
tomamos nuestras propias decisiones a lo largo de nuestra vida. Son estas
resoluciones que preferimos las que nos dan la libertad, que permite hacer de
nuestra existencia algo agradable. Es evidente también que no siempre hacemos
lo que deseamos, ya sea porque se vería ridículo ante los ojos de los demás,
porque simplemente no podemos o porque no es lo correcto, pero no porque en
determinadas ocasiones no podemos cumplir esos objetivos significa que no somos
libres. También me gustaría destacar que esta libertad que poseemos y que a
veces olvidamos según mi opinión trae consigo muchas responsabilidades, ya que
en el momento que tomamos una determinación esta traerá consigo como es
evidente consecuencias y muchas veces no pensamos en estas, en lo que
provocaran estas decisiones en los demás o en mi.
Lo
bueno y lo malo… ¿qué es lo bueno y lo malo? Lo bueno para mí, quizás no es lo
bueno para los otros, es totalmente subjetivo lo que es bueno como también lo
que es malo, pues somos individuos diferentes unos de otros, tenemos valores distintos,
costumbres, deseos, problemas, sueños, etc. En definitiva tenemos y vivimos una
vida diferente, por ende, no podemos pensar de una igual manera. No obstante
creo que al ser seres humanos compartimos precisamente eso, ser seres humanos y
el buscar la felicidad y el vivir bien, son estas ideas según mi percepción las
que finalmente ayudan a definir lo que es bueno y lo malo.
Capítulo II
Ordenes, costumbres y caprichos
Las
órdenes se entienden como un acto que el sujeto no desea cometer, sin embargo
debe de hacerlo pues su superior (mamá, papá, profesor, etc.) así lo desea.
Estas existen para guiar al sujeto en un proceso de aprendizaje, por ejemplo
cuando la madre le dice al hijo que se levante para ir al colegio.
Por otro
lado se encuentran los caprichos, que son definidos como una acción que el
individuo realiza porque le es satisfactoria, que no tiene evidentemente
ninguna razón resultando en ocasiones hasta ilógicos. Entre estos dos conceptos
se encuentran las costumbres, que serían toda esta serie de sucesos que el
sujeto realiza porque es un hábito, es decir, los efectúa comúnmente en su
diario vivir, no es algo que se cuestione al proceder, pues lo tiene
interiorizado. También se puede dar porque el entorno en el cual se desenvuelve
el sujeto en cuestión ejecuta estas “actividades”.
Análisis
Considero
prudente la existencia de un equilibrio entre las órdenes, las costumbres y los
caprichos. A veces es bueno seguir estas órdenes porque nos permiten aprender
conceptos como la puntualidad, el respeto, la tolerancia, entre otros. Recuerdo
que cuando pequeña me negaba a levantarme para ir al colegio, supongo que a
todos nos ha pasado, pero ahora sé que valió la pena el esfuerzo de mis padres
para levantarme en las mañanas, y hoy en
día sé que debo ir porque debo cumplir mis responsabilidades cómo estudiaste.
Como dije anteriormente gracias a las órdenes
podemos poner en práctica todas esas cualidades que nos servirán en el
futuro para desarrollarnos como profesionales y personas. Sin embargo sé que
muchas veces quienes dictan estas órdenes no buscan que las personas que las
realizan se vean beneficiadas, al contrario en ocasiones son muy dañinas para
quienes las ejecutan.
Las
costumbres son actos rutinarios, por ejemplo el levantarme todos los días a la
misma hora, luego ir a la ducha a bañarme, peinarme,
cepillarme los dientes son cosas que no pienso cuando las hago, pues las he
ejecutado tantas veces que se han convertido en un hábito. Por último tenemos
los caprichos que son actos que hago porque quiero y no tienen fin, son deseos
y/o anhelos que tengo. Por ejemplo el comer chocolate, no es algo que necesito
y si no me lo como muero, no es transcendental en mi vida y dieta alimenticia,
simplemente lo como porque quiero y me produce gusto.
Capítulo III
Haz lo que quieras
Esta
libertad que poseen los seres humanos conlleva a pensar una, dos y tres veces
las determinaciones que se toman a diario. Es por esto que se aconseja
reflexionar acerca de lo que se hace o hará en el futuro. Las órdenes,
costumbres y caprichos en algunas situaciones pueden ser o parecer lo más
correcto, sin embargo a veces pueden ser totalmente absurdas. Por todos estos
motivos se recomienda utilizar el raciocinio y
libertad de decisión y decir no, no quiero hacer esto o realizarlo si es
lo que realmente deseo.
El
concepto moral viene del latín “mores”, que significa hábito o costumbre. Es
conocido como el conjunto de comportamientos y normas que la sociedad considera
apropiadas. De la mano a este concepto se
encuentra otro bastante importante que es la ética, que se define como “Arte de la filosofía que trata de la moral y de las obligaciones
del hombre o conjunto de normas morales que rigen la conducta
humana”. Parecen bastante similares ambos conceptos, pero hay que dejar en
claro que moral es este conjunto de normas, mientras que la ética es la
reflexión teórica acerca de todas estas
normas que constituyen la moral.
Análisis
Hacer lo que yo quiero significa que se que lo
que estoy haciendo es lo mejor para mí y lo correcto según mis criterios sobre
lo correcto e incorrecto. Pero a fin de cuentas quizás lo que yo haga no sea lo
correcto y ¿por lo tanto soy mala persona? Es difícil en realidad establecer
quién es buena persona y quien no lo es, porque como bien señala Fernando
Salvatore los seres humanos no tenemos bien definida nuestra función en la
tierra así como lo tienen los animales u objetos. En lo personal considero
sumamente engorroso todo esto de lo bueno y lo malo, porque quizás soy buena y
cometí un error, por ende, ahora soy mala. Puede que simplemente haya tenido
mala suerte en la decisión que tome y ahora todo saliese mal .Por ello que creo
que no hay que tachar de malas a una persona por un solo acto, porque estoy
segura que todos nos hemos equivocado más de alguna vez. Considero que se
debiese tomar en cuenta a la persona entera, es decir, todas las cosas que ha
hecho a lo largo de su vida y no mirar este error como un hecho aislado,
olvidándose quien es en realidad.
Capítulo IV
Date la buena vida
Cuando el autor hace énfasis en la frase haz lo
que quieras se refiere a hacer algo significativo para poder vivir bien.
Gracias a la libertad que poseen los sujetos es que pueden hacer su vida cada
día mejor, de ellos depende la calidad de vida que tienen, son responsables de
hacer que su vida sea provechosa y valga la pena. Por lo tanto se debe aprender
a clasificar y priorizar en la vida, ya que muchas veces lo que se desea en el
momento no es importante a futuro. Es por este motivo que la frase haz lo que
quieras es el lema de la ética.
Retomando con el tema del buen vivir este apunta
a vivir en el presente, no en el pasado ni él en el futuro, porque el futuro es
incierto y desconocido, pero no por ello se debe dejar de lado las proyecciones
o planes a futuro. Darse la buena vida es arriesgarse, probar y aventurarse día
a día a cosas nuevas. Pero realmente lo que permite darse la buena vida es el
lenguaje. Esta capacidad única y exclusiva del ser humano mediante la cual es
capaz de comunicar sus sentimientos, experiencias, alegrías, tristezas,
triunfos, derrotas, etc. Lo que hace singular y buena la vida es compartir todo
lo que el ser humano tiene para entregar con los demás.
Análisis
Respecto al hacer lo que yo quiera creo que puede ser un arma
de doble filo, porque en algunas
circunstancias tomaré decisiones acertadas que harán mejor mi vida, pero en
otras me equivocaré, me he equivocado y lo seguiré haciendo. El equivocarse es
parte del proceso de aprendizaje y maduración. Sin embargo sé que debo pensar
más de una vez para tomar una determinación y afrontar valientemente las
consecuencias de esta y vivir del presente y no del futuro, porque yo no sé si
el día de mañana estaré aquí, eso es algo que ninguno de nosotros sabemos.
Me parece muy interesante lo que propone el libro, pues sin
duda alguna el lenguaje es una capacidad imprescindible en nuestras vidas. Sin
el lenguaje tendríamos ningún tipo de relación con los otros, ya sea amorosa,
de amistad, parentesco, etc., y creo que son estas relaciones que tenemos con
los demás las que hacen nuestra vida mejor. El compartir experiencias y
sentimientos con otra persona nos enriquece, y permite una retroalimentación,
un aprendizaje y desarrollo personal.
Algunas personas hacen que tú saques lo mejor de ti, que te conviertas en una
mejor persona, esas relaciones dan vida.
Es por este motivo que nuestra profesión como futuros
Fonoaudiólogos es de vital importancia, ya que les estaremos brindando
herramientas a nuestros pacientes para poder hacer de su vida una vida de
calidad donde puedan comunicarse con sus semejantes y alcanzar el buen vivir.
¡Despierta, baby!
Buscar el sentido a la buena vida es algo bastante difícil,
porque no está establecido claramente cómo llegar a la buena vida es algo
subjetivo y personal. Justamente en este intento por tratar de alcanzar esta
dichosa buena vida, es la que lleva a veces a utilizar a las personas y dejar
de verlas como iguales, personas con sentimientos, necesidades, problemas, etc.
También en el camino por tratar de conseguirla se olvida el objetivo, que es en
este caso el alcanzar esta felicidad. Y aparecen las ambiciones, envidias,
codicia, entre otros, que ensucian este noble deseo y los sujetos comienzan a
sacar a flote lo peor de sí mismos. Pues se les olvida lo que es relacionarse
de una manera acogedora y sincera con los otros, sin ningún fin o retribución
alguna. Se descuidan de este importante lazo que se genera en las relaciones y
manipulan a las personas como si fueran objetos.
Como se estableció en capítulos anteriores la ética es la
encargada de ver si todas estas normas finalmente llevarán a la buena vida, que
es precisamente lo que todo ser humano busca. ¿Qué se debe y puede hacer para
obtener una mejor vida?, estas son preguntas de las cuales se encarga la ética.
Análisis
Como indique
en el capítulo anterior es vital tener algún vínculo con la gente, en lo
posible una unión sana y saludable para ambos. Estar con personas e
involucrarnos con ellas nos hace personas, en el momento que empezamos a
tratarlas como objetos nosotros también dejamos de ser personas. Si yo trato a
los demás como objetos lo más probable es que ellos también dejen de verme como
una persona igual que ellos, perderé el respeto de mis semejantes. Es como bien
dice el dicho popular “No hagas a otros lo que a ti no te gusta que te hagan”,
porque estoy segura que a nadie le gustaría ser tratados como objetos y luego
ser desechados. Las relaciones humanas nos engrandecen, ayudan a desarrollarnos
y descubrir quiénes somos finalmente, no debemos olvidarnos que las personas
sienten igual que nosotros.
Capítulo VI
Aparece Pepito Grillo
Una de las
posibilidades que se tienen en la vida es caer en la imbecilidad y según el
Fernando Savater existen cinco tipos de imbéciles. Generalmente estos imbéciles
nunca logran el vivir la buena vida, pues ellos mismo se encargan de estropear
lo que hacen. El concepto análogo a la imbecilidad es la conciencia, que radica
en ser consciente de que no todo da igual, porque el objetivo es vivir bien,
ver si realmente lo que se hace es lo que se quiere, desarrollar y practicar
las buenas conductas, etc. Todo este conjunto de cosas son las que permiten que
el sujeto no sea un imbécil y viva bien.
El egoísmo consiste en preocuparse en sólo sí mismo y no
pensar en los demás, siendo capaz inclusive de pasar por encima de los otros.
Pero cuidado no hay que confundir el egoísmo con el hecho de querer vivir bien,
porque como se ha indicado en capítulos anteriores para vivir bien se necesita
de la interacción con los demás y si es egoísta no le importan los demás, por
ende, no logra nunca establecer un real vínculo con otro ser humano. Entonces
se podría establecer que es un imbécil. La culpa y el remordimiento son
finalmente los justicieros de aquellos que comenten malos actos, porque son
conscientes de que cometieron un acto erróneo y el remordimiento se los carcome.
Confieso que a veces puede ser muy fácil caer en la
imbecilidad y estoy segura que he sido imbécil en muchas ocasiones de mi vida,
pero he logrado salir adelante y ser consciente de lo que hago y haré. Lo peor
de todo es cuando somos conscientes de que hemos obrado mal, porque sabemos que
hemos utilizado mal esa libertad que poseemos y ese es el verdadero castigo que
tenemos. El ser conscientes de que nos equivocamos nos “mata”, pero en esos
momentos lo único que nos queda es asumir nuestros errores y tratar de
rectificarlos y no volver a cometerlos. Porque si es verdad que todos nos
equivocamos y no es malo equivocarse, pues cada caída que tenemos nos sirve
para pararnos y ser más fuertes, pero si me he equivocado antes tengo que
tratar de no volver a hacerlo.
Capítulo VII
Ponte en su lugar
Cuando existe una relación entre sujetos hay que tener en
cuenta algo muy importante, que esa persona es un semejante. Está claro que no
serán iguales pero tendrán algo en común, que es ser humanos y su anhelo en la
vida es vivir humanamente bien. Es fundamental en toda relación tener en cuenta
esta semejanza, pensar que es un ser humano igual que el resto y que debe ser
tratado de la misma manera que al resto le gustaría ser tratado. En pocas
palabras ponerse en el lugar del otro, precisamente consiste en tratar a las
personas como personas. Es comprender al otro, es ponerse por un momento en sus
zapatos, intentar desde el furo interno entender por lo que el otro está
pasando. A veces resulta muy complicado poder comprender lo que siento el otro,
pero al menos este intentar es el que hace a las personas humanas, las
relaciones con las personas dan la humanidad. Cabe destacar que toda persona
tiene derecho a que alguien se ponga en su lugar, por más malas personas que
sean, merecen la virtud de la justicia, es decir, entender a las personas como a ellos les
gustaría ser entendidos. Por todo lo que conlleva este es el capítulo más
importante según el autor.
Análisis
Sin duda
alguna creo que el ponerse en el lugar del otro es una tarea muy importante
para poder tener una buena relación, debe existir la empatía entre las personas
con las que genero lazos. Pues si no existe significa que realmente no queremos
relacionarnos con esas personas, porque cuando creamos estos lazos vamos
conociendo a las personas, vamos viendo su realidad y también el “infierno” que
cada uno de ellos viven a su manera. Cuando hablo del infierno me refiero a que
cada uno de nosotros tenemos problemas, obstáculos, cosas que nos aquejan,
convirtiéndose en nuestro infierno.
También creo
que todos merecemos el derecho de ser escuchados y tratar de ser entendidos,
porque si alguna vez yo cometo un error espero alguien me entienda ya que estoy
segura que a ninguno de nosotros nos gusta equivocarnos. Pero como todos
sabemos errar es humano, por lo tanto el tratar de ponerse en el lugar del otro
también lo debiese ser porque todos nos equivocamos.
Como futura fonoaudióloga consideró
importante este capítulo, porque debo ser empática y ponerme en el lugar de mi
paciente, no debo olvidarme que él está ahí porque necesita mi ayuda, porque
quiere mejorar su vida. Debo basarme en mi paciente para poder realizar una
buena terapia, que finalmente pueda ayudarlo.
Capítulo VIII
Tanto gusto
Se menciona al sexo con un acto inmoral y obsceno, cuando es el acto más natural y puro que puede
existir. El sexo es el acto que más placer brinda, es una de las cosas que hace
la vida más interesante y agradable, sin embargo es una de las cosas que más
asusta. Atemoriza porque agrada demasiado y todo aquello que sea demasiado
agradable para el ser humano se vuelve un arma, pues el placer distrae. Puede
convertirse en una debilidad. Hay quienes temen tanto a lo que el placer pueda
provocar en ellos que lo critican y tachan como algo malo. Los puritanos son
justamente este tipo de personas, donde lo bueno radica en que no les debe
gustar realizar el acto. Michael de
Montaigne un viejo maestro francés en cambio dice “Hay que retener con todas
nuestras uñas y dientes el uso de los placeres de la vida, que los años nos
quitan de entra las manos unos después de otros”. Con esta frase lo que intenta expresar
Montaigne es que hay que disfrutar de los placeres ahora en el presente,
también hace énfasis en entregarse al placer. Pero hay que tener en cuenta
algo, debe haber un control o equilibrio sobre los placeres, pues estos pueden
llevar a perder la realidad. La templanza es la encargada esta moderación,
sobriedad, es decir, sacar todo aquello bueno del placer sin caer en el abuso.
Análisis
Los placeres
de la vida nos hacen felices, nos dan alegría y dan ganas de vivir cada día.
Por ellos creo que no hay que temerles, pero si hay que tener cierto control
sobre ellos, porque los placeres de la vida nos hipnotizan y ciegan. Muchas
veces perdemos la realidad en la que estamos inmersos, pero sigo pensado que
sin duda alguna los placeres dan vida a la vida.
Capítulo IX
Elecciones generales
Como ya se ha mencionado anteriormente la ética consiste en
elegir lo que más le conviene al sujeto en cuestión y vivir lo mejor
humanamente hablando. La política en cambio es la encargada de la convivencia
social y que estos puedan escoger también que lo más les conviene. O sea ambos
están tienen el mismo fin, que es lograr tener una buena vida en base a lo que
más les convenga a los sujetos. Sin embargo también existen diferencias
trascendentales entre estas dos doctrinas, la ética es algo más íntimo, es lo
que el individuo desea hacer con su libertad, de hacer las cosas porque se cree
que es lo mejor y lo más correcto. En cambio la política lo que busca es
organizar de manera beneficiosa para la sociedad lo que realizan con sus
libertades, por otro lado a la política no le importa el por qué de los actos,
sino el producto de las acciones.
Según la ética el concepto de libertad, el tratar a las
personas como personas humanamente hablando, el ponerse en el lugar del otro,
la justicia y la asistencia que se refiere a ayudar a aquellos que están mal.
Todos estos conceptos serían la base para llevar una buena vida.
Análisis
La política
es un tema muy complicada hoy en día, la gente le ha ido perdiendo la confianza
a la política en sí. La palabra política está asociada a mentiras,
aprovechadores, ladrones, inútiles, entre otros, pero ninguno de los sinónimos
denotan algo positivo de la política, por el contrario hoy en día la política
está ligada con todo aquello negativo. En realidad considero que eso netamente
culpa nuestra, porque nosotros como sociedad somos los que hacemos el gobierno,
con esto refiero a que nosotros decidimos a quien delegar el poder. Aunque
quizás mi idea es un poco contradictoria porque la verdad aborrezco todo lo que está relacionado con la
política y es justamente porque desde pequeña vengo escuchando que los
políticos no hacen más que robar a la gente, aprovecharse, etc. Por lo tanto es
lógico que no quiera saber nada de política. Aun así creo que si queremos que
nuestra sociedad este basada en la libertad de decisiones y expresiones, en
tratar a los otros como semejantes, ponerse en el lugar de los otros y ayudar a
aquellos que nos necesitan, debemos hacer valer nuestros derechos como
ciudadanos.
Conclusión
El libro
utiliza un lenguaje muy simple y coloquial lo que hace al lector mucho más
simple comprender todos los conceptos e ideas que quiere exponer. Además suele
utilizar ejemplos que de la vida cotidiana e historias que permiten hacer aun
más simple la comprensión del libro. Me pareció un libro muy entretenido a
pesar de que los temas son un poco complicados y engorrosos, Savater supo
transformarlos en algo sencillo para interpretar. También hacer énfasis la
interacción que existía entre el autor y el receptor y con esto me refiero a
las preguntas que iba formulando el mismo autor al lector, lo que permite una
retroalimentación según mi punto de vista.
Por ultimo
mencionar que cada capítulo permitía hacer una reflexión sobre la ética y la
vida en general, lo que me parece interesante porque aun estamos en busca de
nuestra identidad, felicidad y por sobre todo en busca de la verdad. Me ha
permitido como persona cuestionarme acerca de si realmente estoy utilizando
esta libertad a mi favor o si estoy sabiendo utilizarla para mi bien y el de
los demás. Si efectivamente estoy viviendo bien o estoy haciendo lo correcto
para vivir bien.
Vanessa García Medina.
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