viernes, 6 de julio de 2012

El discurso del joven

 "Un niño de 12 años llega a la consulta fonoaudiológica, el paciente refiere una tartamudez, lo que le impide desenvolverse en la sociedad. Además en el colegio sus compañeros lo molestan por su condición. Sus padres están preocupados, estos intentan brindarle apoyo pero no ven resultados en él. También cabe destacar que el niño fue llevado al psicólogo y le diagnosticaron depresión. Anteriormente este joven había asistido a un fonoaudiólogo sin obtener resultados concretos del tratamiento. Puesto que el profesional no realizaba las terapias adecuadas a la edad".
    
      Se ha creado este caso clínico, del cual puede rescatarse su contenido social en cuanto a la discriminación y el rechazo, que se manifiesta en contra del niño. Asimismo el rol que cumple el fonoaudiólogo y como interfiere la forma y el tipo de terapia que se le entrega. Además de ello es posible identificar diferentes principios bioéticos que se desprenden de los hechos descritos allí. Se dará paso a continuación a detallar cada uno de ellos.

Principios bioéticos:
       
     No maleficencia: Este principio se hace presente, ya que el nuevo profesional de la comunicación        brindará al joven un tratamiento no dañino para el desarrollo emocional. Puesto que la terapia estará enfocada en las necesidades particulares del individuo y sus características.

      Beneficencia: Este principio tiene como base procurar siempre el bien de las personas. En cuanto al trabajo que realizó el primer fonoaudiólogo en el caso presentado, si bien no hace daño al niño directamente, no le entrega un máximo de beneficencia. Esto se nota cuando se describe que los procedimientos utilizados con el joven en cuestión no son concordantes con la edad de éste, lo que interfiere en su avance terapéutico, y posiblemente no trató con él considerándolo como otro ser emocional.
       
    Justicia: Se ve expuesto de manera negativa por parte del primer profesional que trató al joven espasmofémico como a un niño, dejando de lado sus emociones al realizar estas terapias. Por otro lado de manera positiva, se encuentra el segundo profesional al cual asiste el sujeto, quien orienta los procedimientos  en base a su individualidad. Finalmente, los padres de este muchacho también ejercen este principio de justicia al llevarlo a otro profesional, en busca de un trato digno.

    Autonomía: este principio se ve reflejado claramente en la familia del joven con problemas de tartamudez, ya que  ellos libremente optaron por cambiarlo de terapeuta. El motivo de lo anterior, fue porque la terapia que le aplicaba el fonoaudiólogo al joven no era acorde a su edad sintiéndose este desmotivado en asistir y cumplir con los ejercicios propuestos. Por ende no había avances ni preocupación del profesional a cargo.

Rol del fonoaudiólogo:

    Además de diagnosticar, evaluar y realizar terapias a pacientes, es necesario dedicarse y preocuparse por el estado emocional que atraviesa cada uno de ellos. Es de vital significación este punto, ya que por un lado, si no lo tomamos en cuenta puede ser posible que lo que intentemos hacer con la persona implicada no resulte. Por otro lado no se deben olvidar nunca los principios, pues confieren tratar al paciente como un ser humano, de manera digna y respetando sus derechos, decisiones y su ser interior.
      En conclusión y como pudo analizarse en el caso, cuando el cumplimiento de los principios bioéticos se realiza, independiente de la situación que sea -así tanto en el área laboral como personal- el afectado cambiará su actitud hacia la persona que le entrega el tratamiento y sus pares en la vida diaria. Como grupo hemos comprendido la importancia y lo indispensables que son los principios bioéticos; como estos nos ayudarán y nos están ayudando a fortalecer nuestras actitudes frente a los otros.

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